ClarOscuro
Por: Johanny Taveras
Tenga fe don Facundo
A propósito de TLC y esos enunciados de moda, un amable señor me contaba sobre su vida, él tenía una parcelita de plátanos en un campo de Altamira, vendió la cosecha a 60 centavos la unidad, días después viajó a la capital a visitar un familiar, y en un comedor económico ordenó un servicio de plátanos fritos con salami, le sirvieron 10 fritos a peso y medio cada uno, o sea que el plátano que él vendió a 60 centavos hacía unos días, se lo acababan de vender a 15 pesos. Indignado regresó a su campo recogió su familia y vino para Santiago a trabajar en la Zona Franca, ahora limpiecito, sin sol, ni bajo lluvia, y cobrando según él por su justo trabajo.Ahora cerraron la fábrica donde trabajaba el infeliz, y atormentado piensa que ya sus brazos no son tan fuertes como eran antes, que sus manos están muy suaves para volver a tomar un machete, que sus hijos habituados a andar en concho, a ver TV y a jugar nintendo, ya no querrían volver a su ranchito de aquella loma, a montar mulos y a alumbrarse con jumiadoras; y su esposa, acostumbrada a cocinar en aquella estufa de gas que ni remotamente se parece al fogón que quemaba sus pailas, y a esa lavadora, que de imaginarse tener que volver al río a estrujar la ropa entre las piedras les dan escalofríos.
Finalmente me dijo: ¨ amiga hay que ser hombre para no hacer lo mal hecho en estos días, me estoy aguantando a ver si será verdad el anuncio que hizo el Presidente de que van a rescatar las Zonas Francas, o si será cierto que con el Tratado de Libre Comercio los productores de los campos tendremos mejores oportunidades ¨. Yo sólo pude apretar su mano y decirle: ¨ Tenga fe Don Facundo, tenga fe ¨, porque no tuve valor de confesarle que yo no la tenía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario